El ser gritante



"Pero si gritase aunque fuese una vez, tal vez nunca más podría parar. Si gritase, nadie podría hacer ya nada por mí; mientras que si nunca revelase mi carencia, nadie se asustaría conmigo y me ayudarían sin saberlo; pero sólo en tanto no asustase a nadie por haber transgredido las normas. Si lo supieran, se asustarían, nosotros que guardamos el grito en un secreto inviolable. Si diera el grito de alarma por estar viva, me arrastrarán hacia la mudez y la dureza, pues arrastran a los que se salen afuera del mundo posible, el ser excepcional es arrastrado, el ser gritante."

Clarice Lispector 
La pasión según G.H.

Seguir dibujando

Esta vez vino en forma de idea.
No una brillante idea, no. Más bien una idea taladrante. Reeditada y acosadora idea. 

Ya le dije que se fuera, si. Pero no me hace caso. 
Si, ya le dije que no la voy a escuchar, que no la voy a mirar y que la voy a ignorar hasta que se vaya.
Ya se lo dije mil veces. Pero nada. Viste como es. Persistente. Insoportable.
Me dice que tiene todo el tiempo del mundo. Que no se va. Y que si se va vuelve, porque claro, no deja de ser el mismo muerto vivo reeditado de siempre en versión reciclada que esta vez vino con fuerza. Vino potenciada. Porque vos dirás, al fin y al cabo, qué puede importarte una ideíta más una ideíta menos dando vueltas por ahí. Y yo diré que claro, que tenés razón. Salvo que esta vez mi muerto vivo volvió con convicción. Ya no algo tenue, una cosa solapada en colores pasteles. Volvió fluor. Volvió titilante. Volvió con ganas.

Anoche tuve una noche exiliada. Estaba de madrugada esperando en la orilla y sin animarme a nadar ese río, entre tantos autos y tantos buitres revoloteando lento buscando presas, y la escuché clarito. Me gritaba muy fuerte. Me insistía. No me dejaba en paz.

Alguna vez te bañaste de noche en el río?
Las luces, la luna, y hasta los ruidos se reflejan en la superficie y meterse debajo del agua es meterse arriba del cielo.

No te voy a mentir, a veces me tienta escucharla. Aunque sea para que se vaya.
Como anoche.

Pero al final siempre ganan las ganas.

A veces los dibujos se manchan, y se rompen, se mojan, y salen mal. Como todo. 
Y aunque nunca pueda desterrarla seguiré reciclando manchones rojos en grietas de la pared, y borrones en rostros enigmáticos.

Que otra cosa se puede hacer sino seguir dibujando?



Carta a mi amiga

Querida amiga:

Me siento sola hoy. Muy.
Me acosté tarde y me levanté temprano. 
Y eso me hizo acordar de algo, una vez él me tocó el timbre de madrugada y cuando fui a abrirle le pregunte si eran horas de llegar, y me dijo: si desde que te conozco vos no dormís! -

Hoy tuve un rato libre, y elegí leer tu carta. Amé tu poema y pensé que tenía que escribirte.
Contarte que estoy bastante bien. Que anoche soñe con la magia y soñe que no era posible la magia en esta ciudad.
Hoy me levanté con la sensación de que a veces me piden demasiado. Ya no tengo mucho más para dar. Soy sólo esto, no hay más, y aún asi It's never enough. 
Dar es algo que se acaba?? 

Me acordé de otra cosa. La imagen tuya parada en la puerta con los chicos, llorando, sin saber qué hacer y creyendo que se acababa el mundo, y mi sensación de entenderte tanto pero a la vez sabiendo que el mundo es demasiado terco para acabarse asi nada más.

Vi una foto de ella y me tenté. No puede ser más hermosa. Te la regalo (aunque no logré hacerla hermosa, ni siquiera logré hacerla ella). Quise darle colores pero no me salió. 
No hay caso, la belleza solo ocurre en blanco y negro.