Pues con nosotros claro.
"...ellos rugieron sus rugidos terribles y crujieron sus dientes terribles
y movieron sus ojos terribles y mostraron sus garras terribles..."
(mi homenaje a Maurice Sendak, "Where the wild things are")
Quién pudiera, como Max, viajar a través del dia y de la noche, entrando y saliendo de las semanas hasta llegar a donde viven los monstruos y ser, nada más y nada menos, el rey de los monstruos, para después decidir volver a su habitación, a lo seguro, donde sabe que hay alguien que lo quiere más que a nadie.
"No te vayas, te comeremos, te queremos tanto!"
Hay amores y amores...
Y los monstruos no pueden querer de otra manera.
'No pedirle amor a quien sólo puede devorarme.
Aprender a ver a los monstruos como lo que realmente son: Monstruos.
Aprender a ver a los monstruos como lo que realmente son: Monstruos.
Por más simpáticos que sean.'
Y mientras repito mi nuevo mantra, sigo construyendo mi balsa, para irme de la isla de los monstruos y navegar, atravesando el día, entrando y saliendo por las semanas, saltándome un año, hasta llegar...
Pero mientras tanto... sigo conviviendo con ellos: Los simpáticos monstruos.
"...LET THE WILD RUMPUS START!!"
5 comentarios:
La copa en alto por los mounstros que pasaron por nuestras vidas. Si no fuese por ellos, no hubiesemos aprendido nada. No sabriamos nada de ellos, siquiera a identificarlos.
¿me haces un lugar en tu balsa?
claro, faltaba mas... si naufragamos casi juntas.
De todas maneras, creo que los simpáticos monstruos no son otra cosa que niños devorados por monstruos no tan simpáticos, verdaderos monstruos. De los que se devoran a sus hijos porque los aman. O eso creen.
De esos hay que cuidarse.
Es verdad, naufragamos casi a la par. Yo te digo, la balza de madera armada, garpa. Son de las que llegan a buen puerto.
Leo
a mi hija le regalaron ese libro el año pasado, es lindo y oscuro, con hermosas ilustraciones.
cariños
Es lindo y oscuro. Tal cual.
Justamente, como algunos monstruos lo son.
cariños.
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